El 25 de abril de 2024, el Gobierno federal y los Estados propusieron el reglamento de Reforma Tributaria, que abarca la tributación parcial de proteínas de origen animal, como lomo, res, cerdo, cordero, cabra y aves.
La medida apunta a reducir la carga de impuestos sobre la canasta básica nacional de alimentos, pero aún genera incertidumbre sobre el impacto final en el precio de la picanha para el consumidor.
Tributación parcial de la picaña y otras carnes
La sugerencia busca incluir parcialmente las proteínas animales en el nuevo Impuesto sobre Bienes y Servicios (IBS), con exenciones para alimentos básicos, como arroz, frijoles, leche y aceite.
Picanha, por otro lado, estará sujeta a impuestos, pero a tipos reducidos en comparación con los impuestos actuales.
Reducción de la Carga Tributaria General e impacto en el precio de la picaña
Gobierno y Estados prometen reducir la carga fiscal. La reforma, según el secretario extraordinario Bernard Appy, simplificará el sistema, reducirá los impuestos y tasas y combatirá la evasión fiscal.
La propuesta prevé gravar la carne, pero se debate el efecto final sobre el precio. Los expertos creen que las desgravaciones fiscales en otros rubros pueden equilibrar las cosas, pero hay quienes temen un aumento, especialmente en recortes más costosos.
La idea de gravar la picaña y otras proteínas animales en la reforma fiscal está en evaluación y divide opiniones entre expertos y consumidores. El impacto final sobre el precio de la carne y economía La economía brasileña dependerá de la aprobación e implementación de la reforma, además de otros factores como la dinámica del mercado y la situación fiscal del país.
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