El Índice Nacional Amplio de Precios al Consumidor (IPCA), la inflación oficial del país, subió 0,16% en marzo, según datos publicados este miércoles (10) por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Pese a ser la variación mensual más baja desde abril de 2023, el índice aún acumula un incremento de 5.79% en los últimos 12 meses, por encima de la meta del Banco Central de 3.25% para 2024.
Comida y combustible
Dentro de los alimentos, se destacó el aumento de 2.98% en los precios de la carne y 1.43% en los precios de las hortalizas. En transporte, la gasolina subió 0,67% y el etanol, 0,41%.
Otros sectores
- Vivienda: 0,12%;
- Ropa: 0,04%;
- Salud y cuidado personal: 0,03%;
- Comunicación: 0,02%;
- Artículos del hogar: 0,01%.
El Banco Central predice que inflación continuará desacelerándose en los próximos meses, pero aún debería mantenerse por encima del objetivo en 2024. La autoridad monetaria proyecta un IPCA de 5.01% para este año.
La alta inflación continúa ejerciendo presión sobre los bolsillos de los brasileños, especialmente los más pobres. Además, el aumento de los precios de los alimentos y los combustibles está dificultando aún más la vida de las familias. Como resultado, se ven obligados a hacer recortes presupuestarios para poder sobrevivir.
Medidas gubernamentales
El gobierno federal ha tomado medidas para tratar de contener la inflación, como reducir el impuesto al combustible y crear el programa Auxílio Brasil. Sin embargo, estas medidas aún no fueron suficientes para aliviar el impacto del aumento de los precios en la población.
La inflación sigue siendo uno de los principales desafíos que enfrenta el gobierno brasileño. Es importante que se adopten medidas más eficaces para controlar el aumento de los precios y proteger el poder adquisitivo de la población.
¿Qué hacer?
Es importante resaltar que la inflación no es sólo un indicador económico, sino también un problema social. El aumento de los precios impacta directamente en la calidad de vida de las personas, especialmente de los más vulnerables. Las familias brasileñas enfrentan dificultades para garantizar lo básico, como alimentación y vivienda.
Ante este escenario, es fundamental que el gobierno y la sociedad civil se movilicen para encontrar soluciones al problema de la inflación. Se necesita un conjunto de medidas que combinen políticas macroeconómicas con acciones para combatir la pobreza y la desigualdad.
El futuro de la inflación
Aún es pronto para saber si la desaceleración de la inflación en marzo será una señal de que el problema comienza a resolverse. Es necesario seguir los próximos meses para ver si esta tendencia se confirma.
Sin embargo, es importante recordar que la inflación es un problema complejo y que no existen soluciones mágicas. La lucha contra la inflación es un desafío para todos los brasileños.
Imagen: blog.pontte